El t rmino econom a pol tica -como fue conocida nuestra ciencia por m's de dos siglos- se introdujo por primera ocasi n en el a o 1615. Durante los siglos XVII y XVIII, gran cantidad de pensadores aportaron sus observaciones y fueron integrando un cuerpo de saberes que en 1776 Adam Smith conjuntar a en un cuerpo te rico del que nacer a como ciencia la Econom a. A partir de Smith y durante casi un siglo, de 1776 hasta la segunda mitad del siglo XIX, los economistas se referir n a la econom a como econom a pol tica. Cuando leemos la gran cantidad de obras maestras de este per odo que llevaban el t tulo de Principios de Econom a Pol tica encontramos que compart an una caracter sitica fundamental, su inter's en el origen del valor, en la creaci n de la renta y su distribuci n entre los tres grandes grupos econ micos: los trabajadores, los propietarios de la tierra y los capitalistas industriales. No fue sino hasta las dos ltimas d cadas del siglo XIX que Alfred Marshall y los miembros de la escuela neocl sica dejar an de utilizar el t rmino pol tica para referirse a ella nicamente como Econom a, abandonando el inter's por el estudio de la creaci n del valor y la distribuci n del ingreso, estudio que llevaba irremediablemente a estudiar temas tan sensibles como el de la pobreza, la explotaci n y la inequidad. A partir de ese momento la econom a se divorcia de la sociolog a y se ve incapacitada de llevar a cabo un an lisis cr tico y objetivo que le permita aportar soluciones de fondo a los problemas de la humanidad. A partir de entonces los economistas pondr n su mayor atenci n en la econom a matem tica y en la econometr a, llenando cientos de millares de p ginas en revistas especializadas con investigaciones sin aplicabilidad y trascendencia en la mayor a de los casos: puro virtuosismo matem tico. Nadie puede ocultar que la econom a es una ciencia social que estudia los fen menos econ micos, buscando conocer sus leyes y poder predecir su comportamiento. Pero como econom a pol tica busca, adem's, influir en el comportamiento econ mico de la sociedad aprovechando los conocimientos adquiridos por medio de la observaci n y la investigaci n cient fica. De all viene el nombre del presente escrito y su intenci n. Retornar a la econom a pol tica implica volver a ocuparse de los problemas sociales fundamentales de nuestra ciencia que son los de nuestra humanidad, producir satisfactores sufientes para todos los seres humanos y distribuir el ingreso para garantizar su consumo. De qu otra forma puede funcionar el mercado sino es con consumidores.